#ElPerúQueQueremos

¡Kausachun Velasco!

Publicado: 2015-10-03


El 3 de octubre de 1968, Juan Velasco Alvarado lideró un golpe de Estado contra Fernando Belaunde Terry. Su gobierno cambió por completo la historia del Perú, a tal punto de constituir un país pre y post Velasco.

EL GOBIERNO DE VELASCO DESPIERTA LAS PEORES PESADILLAS DE LA DERECHA PERUANA. 

El golpe de Estado que lideró no fue una arremetida caudillista de las que está llena la historia peruana. Fue un golpe de Estado institucional de las Fuerzas Armadas del país, convencidas que ningún gobierno democrático estaba dispuesto a llevar a cabo las reformas que el país necesitaba ¿Cómo llegaron a dicha conclusión? 

Desde la fundación del CAEM (Centro de Altos Estudios Militares del Perú), las Fuerzas Armadas decidieron abandonar las prácticas caudillistas en la que se habían sumido durante toda la historia republicana y visionaron un proyecto nacional que tuviera como ejes centrales el impulso de reformas, entre las que se encontraban la nacionalización de los recursos naturales, la reforma educativa, la reforma agraria e insertar al país en una política internacional de países no alineados y el respeto soberano de sus decisiones internas. Este proyecto debía ser conducido por civiles a través de elecciones y partidos.

Las GUERRILLAS de la década de 1960 fueron los primeros brotes subversivos en el Perú que auguraban una presión social que se desbordaba


HUGO BLANCO Y LOS MOVIMIENTOS CAMPESINOS EN EL SUR ERAN UNA EXPRESIÓN  DEL MALESTAR QUE SE VIVÍA EN LOS SECTORES RURALES DEL PAÍS

Sin embargo, los gobiernos de turno, que habían llegado a la presidencia con promesas de reformas, se coludían con los sectores conservadores del país y de los intereses internacionales presente en el Perú y dejaban de lado sus compromisos electorales.

Esta situación decidió la intervención de las Fuerzas Armadas, de manera institucional, en el gobierno y desde la cual impulsarían las reformas que permitieran la modernización del país.

¿Por qué eran tan importantes llevar a cabo estas políticas? Las Fuerzas Armadas identificaron las primeras revueltas campesinas en la sierra y la emergencia de prácticas guerrilleras, influenciadas por la revolución cubana, como alicientes para desencadenar una revuelta social en el país que nos hubiera llevado a una guerra civil. Por esta razón era necesario arrebatarle a los movimientos sociales emergentes las consignas de lucha y constituir un canal que libere la presión social que se vivía en el Perú.  

Por ese motivo, el gobierno de Juan Velasco Alvarado, no fue, como lo dice cierta prensa, que es el 99.9% más de derecha que el resto, un gobierno socialista. Tampoco fue la inmundicia que nos quieren hacer creer. Mucho menos fue una experiencia comunista. Todo lo contrario. Fue el esfuerzo institucional, representado por un hombre, que tuvo la decisión firme, de cambiar el país y de poner freno a la convulsión social que se venía.

Es gracias al gobierno de Velasco que el país dejó de tener una estructura económica semi feudal, en la que la hacienda simulaba el feudo medieval y donde los indígenas, eran, poco menos, que sirvientes condenados de por vida a trabajar bajo las órdenes del patrón.

Es gracias a Velasco que se tuvo un mínimo de dignidad en política exterior, que en el contexto, aún de la guerra fría, nos mantuvo en un régimen de países no alineados.

Reunió alrededor del gobierno a los mejores intelectuales de la época, como fueron José Matos Mar, Carlos Delgado, Augusto Salazar Bondy, Martha Hildebrandt, entre otros.

Reconozco que su gobierno no fue exento de errores, pero en un país en que la derecha más conservadora, demencial e incapaz, siempre ha gobernado, creo valioso que un gobierno progresista le haya arrebatado el poder para impulsar políticas necesarias para el país.

Yo me reconozco como un simpatizante del gobierno de Juan Velasco Alvarado. Así también lo hicieron Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique, Luis Miroquesada de la Guerra, fundador de El Comercio moderno.

Está de moda renegar del gobierno militar. Es común escuchar detractores del mismo, incluso en la misma izquierda que se acobijó bajo su mandato. Yo no. Me afirmo como un abierto simpatizante de Juan Velasco Alvarado y celebro este día, que recuerda su ascenso al poder, como una fiesta nacional.

¡Viva Velasco carajo!


Escrito por

Damiler Díaz Terán

Padre. Antropólogo. Hincha del Deportivo Municipal. Amante de leer todo sobre historia...


Publicado en